José González y José Antonio Delgado construyeron los cimientos de Aoifes en el salón del piso que compartían en Irlanda. “Uno frente al otro y, únicamente, con nuestros portátiles. Dedicándole tardes enteras y fines de semana”, explica el primero. Ambos se conocieron cuando estudiaban Ingeniería de Telecomunicaciones en Sevilla y trabajaron juntos en una startup irlandesa de sistemas audiovisuales para aviones hasta que esta quebró.
Fue entonces cuando decidieron montar su propia empresa. “Lejos de lamentarnos, aquella experiencia nos ayudó a saber cuáles son las claves para no fracasar”, apunta González. Tras años de investigación en materia de redes inalámbricas, estos dos emprendedores andaluces comercializan una tecnología que permite tener una conexión wifi, tanto para Internet como para servidores de contenidos, más rápida y limpia en cualquier medio de transporte y en lugares con muchos usuarios.
Gracias a la experiencia en sus anteriores empleos —González también trabajó durante siete años como experto en conexiones inalámbricas de aviones en varias empresas alemanas—, ambos ingenieros detectaron que la red wifi no estaba preparada para soportar contenidos de alta definición y, mucho menos, para ofrecérselo sin cortes a un gran número de personas al mismo tiempo. “Normalmente, el 90% de los pasajeros de un avión utiliza las pantallas de su asiento durante aproximadamente hora y media. Y cada uno quiere ver una película distinta, sin interrupciones, sin cortes, sin tener que esperar mucho si decide cambiarla…”, explica González antes de señalar que el objetivo era lograr una conexión “con mayor capacidad y mucho más eficaz”. “En los aviones existía otro factor a tener en cuenta: el peso. Si la aeronave tiene una conexión por cables, el peso de este sistema puede suponer para la compañía un gasto de 180.000 dólares más al año en combustible”, señala González como consejero delegado de Aoifes, quien resalta que la empresa ha crecido sin necesidad de financiación.
El gran invento
En enero de 2015, la compañía sevillana lanzó al mercado su tecnología bautizada como CHT (Cognitive Hotspot Technology). “Permite disfrutar de conexión wifi en cualquier lugar sin cortes ni descargas lentas. Además, es una tecnología sostenible y ecológica ya que reduce el consumo eléctrico y la radiación”, expone el fundador. En cifras, CHT aumenta un 400% la velocidad de la conexión y disminuye un 60% la radiación. “Este ahorro se produce al tener menos puntos de acceso a la Red, que hacen que haya menos interferencias y que por lo tanto haga falta menos potencia. Es como si en una sala hay 200 personas que deben hablar muy alto para escucharse, si hay menos no deben gritar tanto”, pone como ejemplo. La clave es un wifi inteligente. “Gracias a nuestro software, los diferentes puntos de acceso a la Red colaboran entre sí, analizan las necesidades que tienen, como pueden ser el número de dispositivos o usuarios que hay; y optimizan su potencia. Y todo ello en tiempo real”, explica González, quien resalta que su software ha evolucionado en los últimos años “y cuenta con más funcionalidades y es más complejo”. “Al principio, ni José Antonio ni yo cobrábamos, todo iba destinado a mejorar el producto”, explica.
Durante estos años, Aoifes se ha ido abriendo mercado tras su paso por ferias internacionales y con el respaldo de diferentes galardones, como el conseguido el año pasado en el concurso europeo EIT Digital Challenge, en el que ganaron en la categoría de infraestructura digital. En estos momentos, su tecnología está por aire, mar y tierra. Está presente en 600 aviones de compañías aéreas que vuelan desde Canadá a Filipinas, en unos 700 autobuses europeos, dos cruceros y, en fase piloto, en diferentes trenes tanto nacionales como europeos. Asimismo, funciona en centros de convenciones, organismos públicos, museos, universidades y hoteles como Barceló.
Con la mirada puesta en el mercado internacional, Aoifes superó el año pasado el millón de euros. “El 85% de nuestra facturación proviene del extranjero”, explica González, tras precisar que la empresa está inmersa en el cierre de diferentes acuerdos internacionales con varios mercados verticales y en la búsqueda de partners. “Queremos llegar a cuantos más sitios mejor, no nos ponemos fronteras”, asegura el responsable, quien señala como principal reto para los próximos años el adaptar su tecnología al 5G.